jueves, 4 de febrero de 2010

Entredormida

Resulta curioso, y me sorprendo a mí mismo dividiendo el rodaje en días, cuando en realidad lo debería estar haciendo en periodos de DORMIR/NO DORMIR. Por el primer día de rodaje debemos de entender que comprende de las ocho de la mañana que llegamos a ese antro, hasta las siete de la mañana del día siguiente, sábado (sí, sí, esa hora típica a la que nos suena el despertador a todos para dirigirnos a otro antro igual de aterrador llamado instituto, en sus días normales). Bueno, pues a esa hora nos fuimos todos a la cama. Rodamos todas las escenas del cuarto de baño (las de mayor nivel de emoción incluidas). Para ese momento, el sentimiento de que no llegábamos ni aunque viniesen Leonor Bruna y Nacho Lasierra (liderados por Jacobo, claro está), todos juntos a meter prisa. La solución fue fácil:
-De aquí no se mueve ni vuestra Santa Madre hasta que no se hayan terminado las secuencias del baño.
-Oye, pero yo no estoy haciendo nada...
-(LEVANTANDO EL TRÍPODE EN ALTO) Perdona, ¿decías?

Y así fue. A las siete y pocos minutos de la mañana cortamos con alicates los alambres que muchos (no todos, entre ellos yo no) se habían puesto en los párpados para sujetarlos a su frente y no dormirse.
Tenemos una casa que para sólo tener una planta es relativamente amplia. Pero...¿dónde íbamos a dormir? Sólo había dos habitaciones con espacio para ello (salón y un dormitorio; baño, descartado, puedes soñar con el rodaje y no descansas; habitación donde se desarrolla casi todo el corto...qué estaba diciendo?; despensa, no es recomendable, las neveras se apagan solas y hay unas cuantas manadas de arañas con mucha hambre de carne cinematográfica). ¿Solución? Es lógica, no hay que pensar mucho. Todo el mundo sabe que si hay doce personas en esa casa, y se tienen que repartir entre un ampliom salón y un dormitorio chiquitito, lo más lógico es que duerman diez personas en el dormitorio (en sacos de dormir, y diespuestos por el suelo...los de la parte de abajo, porque hubo unos que les tocó dormir encima de los demás, como cuando pones cojón y medio de salchichas en una barbacoa) y las dos restantes en el salón (una en el sofá y otra en el suelo, claro está). ¿Sabes o no? Pues eso. Que está cantado, y como dijo aquel músico que se coló en la presentación de Regresión: "El que no lo entienda, es que es tonto".

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