PRIMER DÍA DE RODAJE: 26-12-2009

Es decir en voz alta que este rodaje tuvo lugar el año pasado, pero tan sólo dos semanas atrás, y tenr que ir corriendo al retrete debido a unas enormes diarreas que te han entrado, así, de repente.
El equipo completo llegó allá a las 11:30 de la mañana, a la casa de Hobbittown/Minas de Moria (más información, ver la saga "El Señor de los Anillos") de Botorrita. Se intentaba buscar rápidamente aspectos que nos emocionaran, antes que la depresión se apoderara de nosotros. Una de las pocas era que estaba casi todo preparado; por esto se entiende el escenario y pocas cosas más, ya que temas tanto técnicos (cables, monitores, más cables adheridos a la pared con precinto...) como de supervivencia (lugares personales y espacios vitales para dormir, sacos de dormir, alimentación...etc) estaban aún por preparar, y no fueron avisados de que tardarían cojón y medio en ser tratados.
Por lo demás, hubo gente que optó por comprarse unos elásticos que tiran de ambas comisuras de tu boca para parecer que estás sonriendo.
Las primeras tomas que se rodaron fueron las del cuarto de baño. Por aquello de empezar con lo más difícil, le tocó el turno a Mauro Moreno, que discutió acaloradamente con el director sobre cómo debería lavarse las manos en un plano cerrado. Sí, sí. Desgracias. A los pocos planos, en los que ya entraba Ana Esteban, alguien se dió cuenta de que, o bien la realidad no es lo que parece y nuestrto alrededor cambia de luz y de color a su menester, o bien la cámara Canon con la que se rodaba el corto estaba jodida. Sin pensarlo más, lógicamente, se optó por la primera, ya que la segunda suponía incluir en las siguientes palabras "a la mierda" y tirar la toalla (o la Canon), volviendo a Zaragoza con empacho de orgullo.
¿Solución? Nada de esto está pasando. Llevamos sólo cuatro planos, pero son suficientes para hacernos pasar malas pasadas, como las alucinaciones. Así pues, debería tratarse de eso.
La ayudante de dirección, Ani Monti o Ana Montserrat, decidió que su trabajo consistía en imitar a la perfección a su predecesora, Berta Comas: "Miguel, no llegamos...; Miguel, no ruedes este plano; Miguel, no te cubras con más planos; Miguel, pásame las galletas, anda..."
Con la firme promesa de que nadie se iba a la cama sin rodar todas las escenas del cuarto de baño, se comió y se cenó como pudo (sopa en vasos de plástico y demás cosas de cuyo nombre y textura no quiero acordarme; eso sí, agradecemos de un modo muy acalorado a los cocinero, Sergio y Elisa). Dicho y hecho. Se rodaron las escenas del baño (escena final de alto nivel de emoción y dificultad interpretativa incluida). Eso sí; nadie se fue hasta las 7 de la mañana, para tenerse que despertar al día siguiente (o deberíamos decir, ese mismo día) a las 12 y media de la santa mañana de Nuestro Señor.

TO BE CONTINUED...